Conversamos con Cielo Salviolo sobre la década en permanente construcción, crecimiento y desarrollo que ha caracterizado la hoja de vida de la primera señal educativa y pública para las infancias de Argentina y de Latinoamérica.
Pakapaka salió al aire por primera vez el 17 de septiembre de 2010. ¿Qué balance hace de esta primera década?
Efectivamente, surgió hace una década como una pantalla para que todos los chicos y todas las chicas de nuestro país y continente se sintieran representados, y también con la propuesta de ser una herramienta para la enseñanza y el aprendizaje en la escuela, pero con una manera muy creativa de hacer contenidos educativos, distinta a los modelos dominantes de televisión educativa que había entonces. Así nació Pakapaka, como una franja infantil de Canal Encuentro, del que aprendió mucho de una forma de hacer televisión educativa que Encuentro instauró en la región como modelo de innovación. Me refiero, por ejemplo, a trabajar con contenidos de la currícula escolar y con contenidos educativos en un sentido más diverso y poético si se quiere. Del mismo modo miramos, aprendimos e incorporamos elementos de los contenidos infantiles que producían otras señales.
Creo que eso hizo de Pakapaka la síntesis de televisión educativa que es hoy, y también propició la evolución de la señal a la dimensión de proyecto cultural. Actualmente, somos una pantalla en televisión y también las pantallas de las redes para las cuales generamos contenidos nativos. Por otro lado, estamos presente en el territorio donde realizamos propuestas como festivales, musicales, parques temáticos, etc. Acciones que aspiramos a retomar cuando las circunstancias lo permitan, para reponer en el territorio propuestas como las que tuvimos siempre.
¿Cómo fueron los festejos del aniversario?
Este aniversario nos encontró atravesados por la pandemia y la demanda que ha implicado crear contenidos día a día para acompañar la cotidianidad de los chicos y de las chicas desde sus casas. El hecho de que haya sido un año en el que no hubo escuelas, supuso una gran responsabilidad para un canal educativo como el nuestro, que multiplicó sus esfuerzos estrenando producciones hechas por productoras locales, series de animación y de documental realizadas en Argentina por productoras independientes y también series de animación de Chile y Colombia. Para el aniversario reservamos, además, producciones originales de nuestro canal que estuvimos realizando a pesar de la demora y las limitaciones causadas por la pandemia. Esta variada programación de estrenos responde a una premisa que tiene el canal desde sus orígenes: ser una ventana abierta a la producción de contenidos realizados para las infancias por los canales de América Latina.
En la evolución de la programación de la señal, ¿cuáles han sido sus pilares de programación más sólidos?
Las columnas fuertes de programación del canal tienen que ver con entender lo educativo en un sentido amplio –como explicaba ahorita. Nosotros tenemos contenidos vinculados con la currícula (series de matemática, geografía, medio ambiente, educación sexual, etc.), y también tenemos contenidos vinculados con el crecimiento integral de las infancias. De ahí que construimos y diseñamos los contenidos atendiendo a todas estas cuestiones. Para Pakapaka es tan importante una serie de matemáticas como una que hable de un chico con su amigo invisible, porque tiene mucho valor en el desarrollo y la educación emocional de nuestras infancias. En este sentido, trabajamos una agenda de temas prioritarios y de aprendizajes que tienen que ver con la autoestima, la confianza, la participación, las emociones, en fin, con la inteligencia emocional de niñas y niños para potenciar su crecimiento y su relación armónica con el entorno que les rodea. Todo esto trabajado con narrativas, lenguajes y formatos que vienen de la televisión infantil, y con el consenso del Ministerio de Educación, aunque nos regimos por la Secretaría de Medios y de Contenidos Públicos Sociedad del Estado, de la que forman parte Encuentro, DeporTV y la plataforma CONTAR.
Los niños y niñas – como sujetos de derecho - tienen un rol protagónico en la historia del canal y para esta celebración fueron convocados a formar parte de una campaña colaborativa de creación conjunta de contenidos ¿cómo piensa la relación con ellas y ellos?
Los chicos y las chicas, como sujetos de derecho y productores de cultura, tuvieron históricamente y tienen un rol central en la trayectoria del canal, sobre todo en las maneras de construir y diseñar contenidos con su activa participación. Pakapaka entiende que las infancias son diversas; que tienen una manera de estar en el mundo, una intensidad particular, que poseen miradas que enriquecen la vida en común y que hacen un aporte vital a la construcción de lo colectivo. Por eso elegimos nosotros como lema de nuestra identidad visual este año Inventar el mundo. Porque es una invitación a que las infancias, con sus miradas, preocupaciones, enojos y gritos, también con sus risas y alegrías, inventen el mundo. Y no solo el mundo propio, sino también el mundo que los encuentra con los adultos, con otras y otros, en aras de visibilizar el rol que tienen en la construcción de una sociedad más democrática, igualitaria, con más oportunidades para todos y todas.
Si bien el primer branding del canal fue El poder de la imaginación, para poner en agenda y en escena la imaginación como herramienta para crear, inventar y jugar, hoy Inventar el mundo es más representativo del sentido y del momento político de Pakapaka, y de las circunstancias de las infancias en la construcción de ciudadanías. Justamente por eso lanzamos la app “Inventar el mundo”, para invitar a los chicos y chicas a crear formas con los elementos del branding del canal, y tener nuestra primera marca colaborativa con ellos. En este crecimiento estamos proyectando lanzar en años venideros nuestro propio videojuego, poder hacer crecer a Zamba, aumentar las horas de programación, innovar respecto a formatos y narrativas y crear contenidos y proyectos convergentes que nos permitan evolucionar, e impulsar cada vez más las redes, como conseguimos hacer este año.
¿Consideraría a Zamba el personaje más emblemático de Pakapaka?
Sin duda, por varias razones. Primero, porque este animado dio origen a un personaje muy querible y admirable, y porque responde a un formato atractivo para las audiencias infantiles, con códigos que vienen de la televisión infantil e incluso del videojuego y con un género llamativo que es el de la aventura. Zamba cuenta con estos recursos y, lo que es más importante aún, con contenidos vinculados con la historia argentina, continental y universal, con el cuerpo humano, con los dinosaurios, en fin, con una diversidad de temas que sorprende y conquista a las audiencias.
Ventanas al mundo fue una iniciativa de Pakapaka que, en colaboración con Unicef y la Red TAL, adquirió dimensiones globales por su articulación con otros canales públicos, educativos y culturales. ¿Cuál ha sido la evolución del proyecto?
Esta iniciativa surgió en plena pandemia. Nos preguntábamos cómo hacíamos para conocer las formas en que chicas y chicos estaban mirando el mundo desde sus ventanas, e imaginando cómo desearían que ese mundo fuera. Así lanzamos esta iniciativa que invitó a niños de Argentina, primero, y de América Latina después, a que nos enviaran sus dibujos con distintas técnicas, de cómo observaban y percibían el exterior desde sus ventanas: mundos ideales, imaginarios, reales, tristes, alegres, representaciones de las cosas que sentían, contra las que habría que luchar y las que hay que conquistar. Esta iniciativa se convirtió en una muestra virtual disponible para que todas y todos puedan disfrutar de más de tres mil obras de arte de nuestras infancias. Una interesante muestra que constituye una forma de entender cómo están pensando en este preciso instante. Estamos inmersos ahora en la segunda etapa. Pues ya los acompañamos dentro de casa; ahora nos toca hacerlo en el afuera, en su reincorporación a la escuela, al médico, a un parque, en su interacción con sus amigos, en actividades en el espacio público que dejaron de hacer y que están retomando. Este es un proyecto también de coproducción latinoamericana.
¿Cómo piensa el canal su relación con otros canales públicos?
Para Pakapaka las coproducciones son esenciales. Latinoamérica tiene una representación muy potente en nuestras pantallas, no solo en los colores, narrativas, escenarios, paisajes y personajes; sino también en el diseño de contenidos en conjunto. Es por ello que tenemos tantos contenidos regionales adquiridos y proyectos de coproducción pensados con países de la región.
¿Si pudiera proyectar a grandes trazos, cómo imagina la próxima década del canal? ¿Cuáles son los desafíos que debe encarar una televisión de las infancias?
Esta primera década para mí implica pensar que dentro de 20 años podamos decir, como decimos hoy, que acompañamos a una generación de chicas y chicos a crecer, que es la generación Pakapaka. Esta generación es más crítica, autónoma y libre porque tuvo al canal entre sus principales consumos culturales. Me gustaría decir dentro de diez años que, acompañamos a una generación de chicos y chicas a crecer, estando presentes cotidianamente, mostrándoles el mundo, ayudándoles a expresarse, visibilizándolos, y acercándoles contenidos que resulten inspiradores y un aporte significativo para su crecimiento y desarrollo.