6th International Feminist Strike

08.03.2022

El 8M ha dejado de ser un día de regalos para adquirir la potencia del único paro internacional y esa experiencia es en sí misma la puerta hacia una nueva práctica política a nivel global.

6th International Feminist Strike

El 8M como día Internacional de la mujer, ha ido variando en su significado, sus búsquedas y sus impactos a lo largo de la historia. También ha ido cambiando el sujeto político que lo protagoniza, que hoy convoca no sólo a las mujeres sino también a todo un abanico de identidades genéricas que se reconocen por fuera de los binarismos de hombre-mujer. 

Así, desde hace algunos años el movimiento feminista y LGTBI+ ha tenido la capacidad de poner en debate no sólo el binarismo de la identidad de género sino también los límites de la identidad trabajadora a partir de la pelea por el reconocimiento de los cuidados y el llamado trabajo doméstico, como parte de las tareas que generan valor y que resultan estratégicas para el funcionamiento de la sociedad en general.

En los dos últimos años, este movimiento ha propuesto lemas que resonaron poderosamente por el mundo: #NosotrasParamos, #WeStrike, #VivasNosQueremos, #NiUnaMenos, #TimesUp, #Feminism4the99%. Es necesario que las televisoras públicas, educativas y culturales promuevan y acompañen con contenidos con perspectiva de género y derechos humanos en temas vinculados a mujeres y diversidades sexogenéricas en la región. Es imprescindible el papel de los medios de comunicación para tensionar al sentido común y despojarlo de sus ideas que naturalizan la desigualdad basada en el género.

Lo que comenzó como una serie de acciones de ámbito nacional se convirtió en un movimiento transnacional el 8 de marzo de 2017, cuando organizadoras de todas las partes del mundo decidieron articular acciones y el Paro se impuso en 55 países. 

El 8M ha dejado de ser un día de regalos para adquirir la potencia del único paro internacional y esa experiencia es en sí misma la puerta hacia una nueva práctica política a nivel global.

Desde 2017, se ha repolitizado el día de la mujer, no sólo por la amplitud de las convocatorias y por el carácter internacional que adquiere, sino también por reivindicar el Paro como herramienta de luchas y las marchas como estrategias de encuentro y visibilización.

Cada 8M, grupos de mujeres y de la comunidad LGTIB+, organizan estas manifestaciones, pero sobre todo en las semanas previas, discuten, elaboran diagnósticos, consensuan consignas y jerarquizan problemáticas, definen a quién hablarle y elaboran estrategias de comunicación para entablar diálogos con el Estado y con la sociedad civil. El 8M deviene una jornada estratégica en la lucha contra el sentido común sexista y misógino y es también una apuesta para la co-construcción de un mundo libre de opresiones y violencias.

En ciudades de todo el mundo, en plazas multitudinarias y coloridas, se leen documentos que constituyen una guía para la acción política en un intento por definir agenda pública, a la vez que son orientaciones para la tarea activista y militante que implica la larga lucha contra las desigualdades basadas en el género y la identidad sexo-genérica.

Al revivir el espíritu militante y al priorizar la construcción de demandas políticas, estas acciones también recuperan las históricas luchas por los derechos laborales, ámbito en el que las mujeres y disidencias sexuales, aún hoy experimentan desigualdades.

Es por todo esto que el Paro del 8M debe entenderse como un proceso y no como un acontecimiento.

El movimiento de mujeres y LGTBI+, ha permitido develar la desigual distribución genérica tanto de derechos como de riesgos, distribución que claramente organiza el -también desigual-, acceso a mejores condiciones de vida y al goce. 

En Latinoamérica las luchas de las mujeres y LGTBI+ por mejores condiciones de vida y laborales, va de la mano con luchas ambientalistas y anti racistas. Opresiones que se intersectan demandan estrategias entramadas y análisis integrales e interseccionales.

La capacidad de tensionar tanto el sujeto protagonista del Paro, así como de ampliar horizontes hasta llegar a hacer en movimiento y una acción Internacional, también posibilitó ampliar la demanda hacia distintos estamentos de la sociedad:

Con un mapa muy variado de conquistas en nuestra región, hemos protagonizado cambios legislativos estratégicos en la lucha contra las desigualdades basadas en el género, en el acceso a derechos para mujeres y LGTBI+, hemos conquistado nuevos espacios en los Estados nacionales, regionales y locales, hemos subrayado la necesidad de una mirada de género a la economía e impulsado la creación de áreas de género.

Las organizaciones sociales y comunitarias han establecido articulaciones en redes, asambleas, mesas intersectoriales, observatorios, espacios desde donde incansablemente proponemos lineamientos para una agenda pública que supere la pretendida neutralidad en la planificación económica, productiva, de ambiente, y también en la cultura.

En TAL, por ejemplo se ha creado un espacio de trabajo de Géneros y Diversidades que busca asegurar un espacio para visibilizar las diversidades y construir relatos que contribuyan a desandar estereotipos. Son acciones que ponen de manifiesto el compromiso con la defensa de los derechos delas mujeres y las diversidades frente a toda forma de discriminación y violencia.

Las mujeres y LGTBI+ tenemos un desigual acceso a derechos, así como experimentamos en nuestras vidas mayores riesgos a violencias, silenciamientos, acosos, maltratos, explotación y opresiones. 

Los porcentajes mas altos de pobreza y de precariedad en el mundo del trabajo, los mas altos niveles de desempleo y de trabajo no registrado, están representados por mujeres y disidencias. Esto muchas veces no se ve reflejado en el relato que aportan los medios de comunicación acerca de la historia como tampoco de nuestro álgido presente como países del sur global.

Venimos trabajando para cambiar las dinámicas con sesgos patriarcales que muchas veces circulan tanto en las cuestiones laborales, como en la selección de contenidos, o en la jerarquización de información, en los espacios de producción audiovisual.

Muestra de ello son las iniciativas que permiten desarrollar líneas de trabajo en torno a género, disidencias, sexualidades, corporalidades. Por eso este 8M se estrena Cartografías Feministas, una coproducción que cuenta hoy con 41 capítulos y la participación de más de 21 canales de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Uruguay y Venezuela. Por eso la convocatoria sigue abierta y cada día son más los canales latinoamericanos que se suman a construir este gran glosario de los feminismos en América Latina.

Gisela Giamberardino - Directora del Programa de Género de UNICEN

TAL Género y Diversidades


Gisela Giamberardino- Directora del Programa de Género de UNICEN