La convocatoria de la Red TAL  se hizo en agosto del 2021 con un formato cocreado con Canal Encuentro.  Rápidamente se sumaron los canales de la red y comenzamos a trabajar.  Ya estábamos en el último tramo de la pandemia.  Muchos de los equipos de trabajo lo tomaron como una bandera y una militancia.

Fue emocionante ver los resultados. Todxs aprendimos con los testimonios que iban llegando.  Uno tras otro. 

Aprendimos de las mujeres lideresas indígenas que pensaban el empoderamiento desde lo colectivo. Y hacían un llamado a las mujeres étnicas de todos los continentes para dirigir su propio destino.

Aprendimos de las líderes jóvenes colombianas, negras,  afrodescendientes, raizales y palenqueras que pidieron que se respeten sus formas de pensar y de sentir.  Que sean escuchadas, que esas subjetividades tenían derecho a coexistir con otras. 

Las mujeres académicas e intelectuales  propusieron repensar desde América Latina los patriarcados. La región tiene mucho para aportar al movimiento feminista mundial desde la especificidad de su cultura prehispánica.  Un llamado decolonial a despatriarcalizar.

Explicamos que la interseccionalidad es un concepto que nos permite ver el cruce de opresiones y desigualdades. Y que hay una feminización de la pobreza: el sector más pobre en las estadísticas son las mujeres.

Se instauraron conceptos para visibilizar las luchas del feminismo rural y del feminismo villero.

Se propuso una epistemología feminista como una invitación a repensar el lugar de las ciencias y los preconceptos que manejan.  Había que repensarlo todo de nuevo también en la ciencia.  Y en las elecciones de las carreras que hacemos las mujeres, la segregación horizontal.

Quedó expuesta la disputa por el lenguaje inclusivo -como se dice en Argentina- e incluyente como se dice en México.

Se reivindicó el uso de la palabra “puta”.  

En las tareas de cuidados nos dimos cuenta que tenemos una  gran batalla que dar en la corresponsabilidad de las tareas de todos los que conviven en un hogar.  Sino los logros en otras áreas se van sumando sin poder distribuir las tareas de cuidado. 

Se evaluó en términos económicos el aporte a la economía mundial de los trabajos de cuidados no remunerados que sostienen a  las sociedades actuales.

El concepto de  maternidades feministas nos permiten repensar el rol materno libre de los mandatos patriarcales e imposiciones: una nueva maternidad.  

El síndrome de la impostora que nos socaba desde adentro.

De la mano de los feminismos cuir se despliega un abanico de posibilidades que rompen los esquemas binarios de género para pensar a los humanos.   

Se propuso una soberanía travesti:  una manera de reivindicar la identidad travesti como una categoría soberana.

Pudimos escuchar testimonios de las mujeres trans que nos alertan de los techos de cristal que deben enfrentar para crecer en sus carreras.

Reflexionamos sobre las infancias trans, sobre la gordofobia, sobre la transfobia, sobre la necesidad de contar con educación sexual.

Las mujeres de la liga colombiana de fútbol están luchando contra las brechas salariales y de recursos.  Trabajando para el reconocimiento y la profesionalización.

Nuestras colegas brasileras aportaron las reflexiones en torno a la violencia política de género, a la violencia étnica y a la violencia machista.

Las nuevas masculinidades invitan a los hombres a deconstruirse, a la posibilidad de repensarse en los roles.  Con una fórmula que implica abrirse al diálogo, a escuchar y a sentir.

Y la sororidad que lo cambió todo: el hacernos sentir apoyadas por todas las mujeres y disidencias.

Un trabajo alucinante, una cartografía inconmensurable que nos sumergió en lo profundo de las sensibilidades.

Un movimiento que no tiene fronteras.  Nos hermana a todas y a todos en la lucha por sociedades más igualitarias.

Gracias a todos los canales, a los productoras y productores que trabajaron, a las directivas y directivos que decidieron apostar por estas ideas y proyectos. El valor  de reunir toda esta sabiduría, disputas, opiniones, desde ámbitos distintos.  Gracias a les entrevistades, a todas estas voces y muchas otras más que se expresan desde todos los rincones de América Latina.

Abrimos muchas puntas de trabajo.

Tenemos mucho por delante.