El balance es positivo, siempre es positivo, porque lograr la vinculación entre el arte, a través de una producción cinematográfica, con la historia, a través de la investigación documentada, es un desafío que no lo vemos comúnmente. Los cineastas somos investigadores por naturaleza, debemos encontrar todos los detalles para trasladar lo real a la pantalla de la forma más precisa posible. Y estudiar sobre la historia del Mariscal Sucre fue y es, sin lugar a dudas, uno de los retos más emocionantes que he vivido, porque si bien soy un apasionado de la lectura y de adquirir conocimientos, hay elementos que encontré en esta investigación que me dejaron impactado, que me han permitido formar una visión mucho más integral de aquella época en la que los intereses económicos y políticos se fraguaban hasta acabar con la vida de un personaje que peligrosamente encendería la luz de la verdad, la justicia y la revolución en favor de las grandes mayorías.

 

Un thriller de época rompe esquemas en la medida de que se logre trasladar el mensaje correcto al público sobre los hechos históricos ocurridos, y esto se lo alcanza, indudablemente, solo con un guion bien armado como lo hizo Caupolicán Ovalles, y con todo un equipo que esté pendiente de cada detalle. Muerte en Berruecos cumplió su objetivo, trascendió fronteras desde su producción hasta el contenido transmitido a las audiencias. Contar la historia a través de una producción cinematográfica es permitir que las personas construyan sus criterios y reflexionen en torno a la historia de su país y de una región, que se identifiquen con el pasado para intentar no cometer los mismos errores y que, además, internalicen los hechos y los personajes para entender mejor el presente.

 

Muerte en Berruecos trascendió fronteras, lo que implica que estas fueron eliminadas, y se congregaron esfuerzos conjuntos para producir una pieza cinematográfica de calidad.  Dada la exigencia que implicaba una producción de época, la búsqueda de locaciones era fundamnetal. Por esto tuvimos que viajar por varios países para encontrar las adecuadas y que funcionen sin mayores intervenciones, por tema costos. En este senttido el trabajar en coproducción nos permitió conformar equipos potentes locales y sumar distintos esfuerzos para un gran resultado.